Amor Olvidado. Capítulo 31. Ayuda.
Paolo agradeció la ayuda de su primo y colgó el teléfono, intentando contener las lágrimas.
Mientras esperaba la llegada de Roberto, se dedicó a observar a su hijo, que seguía llorando inconsolable en sus brazos. Se preguntó cómo había llegado a esa situación tan difícil, sin su esposa y con un hijo recién nacido en brazos.
—Tranquilo hijo, te prometo que todo estará bien… papá va a cuidarte, mientras mami regresa —habló con voz suave.
De pronto el niño se quedó en silencio, viendo a su padre, levantando las manos y bracitos de manera enérgica, pero segundos después comenzó a llorar de nuevo, sonó el timbre de la puerta cuando Roberto llegó en pocos minutos.
Paolo le abrió la puerta en silencio y lo dejó pasar, llevándolo hasta el sofá donde estaba sentado con el bebé. Roberto se sentó a su lado.
—¿Qué ha ocurrido? ¿Quieres hablar? —preguntó con preocupación, tomando al pequeño Renzo en sus brazos.
Como por arte de magia, el niño se quedó en silencio, sorprendiendo a Paolo.
—¿Cómo lo