Capítulo 53: El rostro de la serpiente.
NARRADOR.
La mansión de Marco Antonio estaba más silenciosa que de costumbre. La mayoría del equipo de seguridad había sido relevado tras el reciente ataque. Nuevos rostros ocupaban los pasillos, y entre ellos… una traidora caminaba con confianza.
Carolina observaba todo desde la sala de vigilancia. Estaba sentada junto a Fabiola, y su expresión, aunque serena, ocultaba una mezcla de rabia e impaciencia. Y Elisa… Elisa se comportaba como una sombra que no hacía ruido. Siempre en el momento adecuado, con respuestas medidas y desapareciendo en los momentos justos. Fabiola también se había dado cuenta de ello.
Por esta razón, ese día, pusieron en marcha su trampa final.
Carolina se colocó en la oficina de Elías, dejando la puerta ligeramente abierta. Hacía como si estuviera hablando por teléfono, sabiendo que Elisa estaba cerca. No alzó la voz, pero cada palabra estaba diseñada para generar interés.
—Sí, Elías. Hemos encontrado los planos. Es una base clave, tal vez la principal. Son vul