Angelo, poco a poco fue calmado a Milán, hasta que se quedó dormida, ella lo tenía tomado de la mano, era como si fuera su salvador y su ancla, lo que debía ser su hermano Lucien en estos momentos, solo que la joven embarazada no quería verlo ni en pintura
Al poco rato Angelo, salió a informar a la familia lo que había sucedido
— ¡Angelo! ¿cómo está ella y el bebé? ¿la viste? ¿ya se encuentra mejor? — Lucien, bombardeaba de preguntas a su hermano menor, la ansiedad que tenía por ver a su esposa lo estaba carcomiendo
— Si, la ví, efectivamente Milán, estaba en crisis... por ti, lloraba amargamente por tu supuesta traición y por las palabras que Cecilia le dijo
— ¿Qué? ¿de cuáles palabras habló ella? — Lucien, seguía preguntando, quería saberlo todo
— ¡Pues de que a ella le hacías el amor toda la noche, que solo ella era dueña de tu deseo! Milán, me dijo que a ella solo le haces el amor una sola vez, que no te gusta tanto como Cecilia — habló Angelo, un poco apenado por qué sus padres