Aria
Es una sensación extraña estar atrapada entre dos mundos, dos realidades que no se mezclan, pero que, de alguna forma, empiezan a fusionarse de una manera que no entiendo del todo. Uno de esos mundos es el que siempre había conocido, el que me había mantenido a salvo, aunque también me hubiera mantenido alejada de las cosas más profundas, más reales. El otro es Alexei. Y aunque su presencia me arrolla, me hace sentir más viva que nunca, también me asusta más que cualquier otra cosa.
Cada momento con él me consume, me desafía y me deja con la sensación de que no sé qué esperar. Lo he dicho antes, y lo seguiré repitiendo: hay algo en él que me atrae con la misma fuerza con la que me empuja a huir.