Theo
Dios santo, podría haber estado mi madre y de ser así, estaría planeando la boda. La mujer no piensa o piensa lo suficientemente bien y quiere conseguir exactamente eso, que mi madre nos vea juntos.
— ¿Qué carajos haces aquí? —aprieto los dientes
— Solo quería pasar tiempo contigo —trata de hacer mohín con los labios, pero no lo consigue —¿Quién es ese niño?
— No te he dicho que no quiero que aparezcas sin avisar —sentía el enojo brotando —. Esto no funciona, nosotros no vamos a ser nada Agatha, hasta aquí llegamos.
Nunca trataba mal a una mujer, no me gustaba, pero esto tenía otro trasfondo. Ella estaba haciendo esto para instalarse en mi vida, en mi familia.
Era por estatus.
— Vamos Theo, te quiero… podemos formar una familia, vivir juntos, llevamos dos años así —se acerca y me alejo.
— No quiero ser malo, pero ya te lo he dicho, es sexo nada más —resoplé —, te lo recuerdo cada vez que quieres que me quede o quieres quedarte —sacudí la cabeza —. Agatha no quiero nada contigo —n