Celos, advertencias y más (2da. Parte)
La misma noche
New York
Robert
Conocer tu entorno es la primera regla. No se puede controlar lo que no se entiende. Las personas más cercanas son, muchas veces, las más peligrosas. No por lo que hacen, sino por lo que sabes que pueden hacer si las dejas actuar sin vigilancia.
No importa cuán cerca estés de lograr tu objetivo. Nada está asegurado hasta que se ejecuta el último paso. Una sola variable fuera de control puede desmoronar todo como una fila de fichas de dominó mal colocadas. Y entonces no sirve de nada haber estado tan cerca. Cerca no es suficiente. Ganar a medias es perder.
El error más común de los ambiciosos es confiar en el impulso. Correr riesgos innecesarios. Salirse del plan por arrogancia o ansiedad. Yo no cometo ese tipo de errores, por esa razón existe un plan, porque funciona, porque contempla márgenes de error, porque está diseñado para resistir la presión. Y si me ciño al plan, si mantengo cada pieza en su lugar, los resultados no tardarán en llegar y cuando es