Capítulo 154
Alonso no dudó y aceptó de inmediato.

Los dos acordaron partir juntos el día 19.

Después de despedir a Alonso, Fabiola se sintió instantáneamente más alegre.

Ahora, no solo podría traer de vuelta el móvil para Patricia, sino que también tendría la oportunidad de ver al tío de Cedro.

Tarareando una canción, entró a la cocina para preparar la cena.

Benedicto había estado ocupado con algo estos días, saliendo por las tardes y regresando solo para cenar.

Fabiola nunca lo verificaba, confiaba plenamente en él.

Cuando se abrió la puerta, la larga figura de Benedicto entró, justo a tiempo para ver a Fabiola ocupada en la cocina.

Su corazón se llenó al instante, se acercó y la abrazó por detrás.

Fabiola se sobresaltó, pero al ver que era Benedicto, reclamó: —¿Por qué no haces ruido al entrar?

—¿Qué estás haciendo? —Benedicto intentó levantar la tapa de la olla, dejando escapar el aroma de la comida.

—Huevos revueltos con tomate —Fabiola empujó a Benedicto fuera. —Sal de aquí, no molestes.

Bene
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