Tanner
Desde que llegué a Estados Unidos nada ha sido como antes. Una parte de mí estaba insatisfecha y con deseos de regresar a Irlanda.
Ver a Holden partir con su esposa a su nuevo hogar terminó de hacerme entender que era aquello lo que me molestaba, no el hecho de que se hubiese casado y era hora de que hiciera su vida aparte de mí, sino el hecho de que envidiaba su felicidad pese a lo que había sido.
No quería quedarme solo en el apartamento y pensar en Blair, pero ni siquiera sabía dónde estaba para traerla conmigo.
El recuerdo de esa mujer, apoderándose de cada espacio de mi ser con sus sinuosos besos y caricias iba a matarme en cualquier momento. No he tenido paz, día y noche pensaba en lo que hicimos en el yate y eso era una tortura que necesitaba arrancar de raíz de mi cabeza.
Pero ¿cómo se olvida la forma en que el amor de mi vida me elevó al cielo y luego me dejó caer al infierno?
Sabía que no podía ilusionarme demasiado con lo que sucediera porque su venganza estaba por