-¿Me dirás ahora por qué le seguiste el juego al Alfa Alan? - Pregunté con una sonrisa mientras Rowan ponía frente a mi un plato lleno de pizza.

El resto de los lobos se había quedado en la sala cuando Alfa Alan y Lia anunciaron que no los molestaran en toda la noche a no ser que alguien estuviera muerto. Podía escuchar las voces animadas de los cachorros compartiendo sus momentos favoritos del duelo así como el pago de las apuestas de los guardias del Alfa Bastian.

- No hay mucho que contar. - Dijo desviando la mirada.

Yo me eché a reír.

-Por supuesto que no. ¿De dónde sacaron los conos de tráfico?

-Alfa Alan envió a Harold a improvisar instrumentos cuando le dije que no podríamos aprender a tocarlos en las dos horas que él quería. - Dijo con un suspiro. - Aunque tú no lo creas, como que me he acostumbrado a hacer este tipo de cosas para Alfas dementes.

-¿Te refieres a Alfa Bastian? - Pregunté suavemente cuando su expresión se tornó un poco triste. - Háblame de tu tiempo en su m