Epílogo parte II.
Él asintió pero parecía perdido en sus pensamientos mientras acariciaba suavemente al pequeño polluelo en sus manos.
-¿Qué ha pasado? - Pregunté suavemente.
Parpadeó y luego estiró sus manos hacia mí.
El polluelo saltó hacia el pecho de Patita quien se encontraba en mis brazos y se acurrucó en su cuello. Mi bebé rió divertido.
-Prometo contarles toda la historia en cuanto regrese.
-¿Regresar...?
Ya se había transformado y salido por una de las aberturas del lugar. Suponía que ya se había recuperado lo suficiente como para volar.
Sentí un poco de envidia. Tristemente, los pollos no volaban.
Miré hacia abajo a la pequeña cosita temblorosa con plumas que se restregaba contra la carita de mi bebé.
Oh, bueno, no es la primera vez que me dejan a cargo de un pequeño cambiaformas.
Me encogí de hombros y seguí mi camino dando algunas palabras reconfortantes a la manada en mi ruta buscando al señor Frederick.
Lo encontré dormido, con la lengua de fuera y rodeado de algunos cachorros que corret