49. No me interesan tus promesas
Nicklaus
Camino de un lado a otro en el comedor, sintiendo cómo la desesperación se apodera de mí. Penelope no está por ningún lado y cada minuto que pasa sin verla, el peso en mi pecho se hace más insoportable. Me siento como un completo idiota después de todo lo que sucedió. No puedo sacarme de la cabeza la mirada herida en su rostro cuando la acusé sin siquiera escucharla.
He terminado contándole todo a Blake porque necesito desahogarme con alguien. Mi amigo me mira con el ceño fruncido, su expresión una mezcla de desaprobación y preocupación.
—¿Qué pasa? —pregunto, cansandome de sus caras.
Él me mira cauteloso y se encoge de hombros como su quisiera restarle importancia a lo que sea que va a decirme.
—No has pensando que tal vez Natasha no es tan buena e inocente como crees.
Sus palabras me hacen fruncir el ceño, una mezcla de confusión y rabia comenzando a formarse en mi interior.
—¿Qué tiene que ver Natasha con todo esto? Estamos hablando de Penelope—le pregunto, mi voz cargada d