Salí con mi preciosa luna tomados de la mano no porque ella quiso más bien se la agarre y aunque ella quiso quitar mi mano de la de ella no sé lo permití.
Le di un paseo por la manada muchos lobos la saludaron y hablaron con ella, no tenía dudas de que sería una gran reina—usted es la primera humana en estar aquí-
dijo un lobo anciano tenía muchos siglos de vida vi a mi luna sonreír ante aquel comentario
—me alegra escuchar eso señor-
—por lo general es raro que la diosa luna haya dado una humana como esposa al rey pero ella sabe porque hace todo-
mire al anciano decrépito este me miro bajo su cabeza sentí la mirada de abril encima de mi como en forma de protesta
—bueno ya es hora de irnos-
y como siempre abril tiene que contradecirme
—no quiero aún, estoy hablando con ellos y me siento cómoda-