Marga vaciaba el resto de la botella en su copa mientras reía con soltura paseándose por la habitación, eran sus últimas dos noches y pensaba disfrutar al máximo. Su teléfono repicaba con insistencia sin que ella se inmutara en responder.
-Esta noche tomaré vino, disfrutaré de una exquisita cena, buena compañía y pasión…-. La señora Morrel acudía al vestíbulo al escuchar los toques en la puerta.
-Señorita Marga, un caballero está en el recibidor-.
-Hazlo pasar y por favor ordena que nos traigan la cena y dos botellas de vino-.
-Si-. Marga se giró en dirección al comedor.
-Aceptaste mi invitación sin vacilar-.
El hombre sonreía con algo de picardía.
-No pude resistirme a tus encantos, pero estoy aquí por algo más que solo vino, música y algo de romance-.
-Dime…soy todo oídos-.
-Quiero tener una relación contigo, estaría dispuesto a darle un giro a mis negocios, puedo abrir una oficina en tu ciudad, tengo asuntos relacionados con algunas exportaciones… ¿Que dices? -.
Marga se acercó co