Sarah Brown
Una semana sin saber de él, no me ha llamado, ni tampoco me ha escrito. No ha cogido ninguna de mis llamadas, no puedo dejar de preguntarme, no sé si ha encontrado a su hermano. Estoy preocupada. Si, Vlad sabe cuidarse solo, conoce todo este mundo, pero eso no quita que no me preocupe, que tenga el alma en vilo. Quiero que me llame, que me diga que está bien. Con eso, podría estar un poco más tranquila.
Vlad me puso dos escoltas a mi protección y también, para tenerle informado sobre mi. Les pregunté por él, pero no podía decir nada, tenían órdenes estrictas no decirme nada. Él no entendía que me preocupaba, que no podía estar sin saber de él.
—Hija. — escucho la voz de mi madre, me sacó de mi susconsciente. —No puedes seguir así, cariño. Sé que estás preocupada, pero debes salir de aquí.
—No me ha llamado, Vlad siempre cumple sus promesa. — respondí con un hilo en la voz. —No quiero pensar que le ha pasado algo.
—No, porque entonces lo sabríamos. — me abrazó. —Sé que g