C40: No soy un asesino.

Reinhardt, manteniendo el control absoluto de la situación, se acercó aún más a Jordan, violando su espacio personal con la frialdad de quien sabe que puede hacerlo. Con una calma perturbadora, Reinhardt observó cómo Jordan aún temblaba de dolor, pero su rostro estaba endurecido por la rabia.

—Además, tienes que tener cuidado de dónde pones las manos —indicó, recordando el momento en que el chico trató de detenerlo—. Nunca vuelvas a levantar la mano contra mí. ¿Me entiendes, campesino?

Jordan luchaba por liberarse, pero cuanto más se movía, más dolor sentía. No respondió a lo que Reinhardt acababa de decir, pero su mirada fulminante mostraba su desprecio.

—Si hubieras sido otra persona, ya te habría cortado la muñeca —recalcó el Jefe—. Pero, en tu caso, siendo el pianista y necesitándote para ciertos trabajos, no lo he hecho. Me he contenido, pero no me hagas volver a pensarlo.

En un movimiento rápido, Reinhardt volvió a alzar el brazo de Jordan, torciéndolo aún más hacia atrás. Los
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App