Las puertas de la sala se abrieron dando paso a un par de hombres, eran Alfa Vladímir y Beta Alexei, con una voz firme pero con un suave tono de sensualidad saludó – Buenas tardes señoras, perdón por mi intromisión, pero al escuchar el alboroto decidí acercarme. Lisa se empezó a poner pálida, ese hombre le erizaba la piel, cada vez que la miraba la hacia sentir culpable de sus pecados como si su más sucios secretos quedaran expuestos con una simple mirada. Las mujeres al ver a los jóvenes los invitaron a acompañarlas, ambos aceptaron, Lisa al notar su oportunidad intento huir, pero dos hombres enormes bloquearon la puerta.

Vladímir sin mirarla la instó a volver a la mesa, a esta no le quedó otra opción más que aceptar.

Julia no esperaba la presencia de los jóvenes por lo que se sintió en la necesidad de disculparse por el alboroto – Alfa Vladímir, Beta Alexei quisiera que disculpen nuestro alboroto, por nuestros asuntos de señoras mayores- con una sonrisa complaciente. Vladimir le d