Robert se encontraba en las nubes esa noche. Su gran amor lo consideró, además, gracias a esas Kappas, ella fue cariñosa públicamente. En su cabeza era solo un poco más de trabajo para que ese Beta Benjamín decidiera huir; a sus ojos no tenían punto de comparación.

El hombre lobo se acerco a Sofía de forma suave, no pretendía incomodarla, - mi dulce Sofía ¿tienes algo en mente? sabes que eres la única para mí.- cualquier capricho se lo cumpliría. Aprovechando su poder sobre el hombre - amor, se que puedes ser demasiados creativo para ciertas cosas, sorprenderme- y le mordisqueó el lóbulo de la oreja.

Robert se encontraba complacido y con un ardor pasional, era la primera vez que la sentía tan cerca. Robert pidió a sus guarda espaldas que la pusieran en custodia.

Lisa comenzó a pedir clemencia - BENJAMÍN, DEBES AYUDARME- gritaba como una loca rogando que alguien interceda por ella, la fama de Robert era conocida, pero nunca pensó que sería otro más en la lista de esa mujer.

Sara no