El sol se asomaba de nueva cuenta por su ventana anunciando un nuevo día. Giovanni, esta vez no había dormido con ella, se había marchado apenas terminaron de hablar y sinceramente no esperaba que volviera. Regina se levantaba de la cama para comenzar una nueva y pesada jornada. Aun no sabía lo que debería de hacer para remediar el costo del internamiento de su madre y eso, la mantenía en una angustia constante.
Mirándose en el espejo, no podía evitar preguntarse en que momento fue que su vida cambio tanto. Hacia solo 6 meses, ella tenia sueños, esperanzas y una meta de vida que alcanzar…ahora todo aquello parecía demasiado lejano. Una lagrima se escapo de sus ojos, y es que, dolía, en verdad dolía demasiado tener que cargar aquella cruz que nunca pidió, pero, nada podría hacer para remediarlo.
Bajando las escaleras, pudo ver a su hermano desayunando y ya listo para irse a la escuela, la fotografía que tenia de su padre en la cocina, parecía mirarla con lastima, y de nuevo, las ganas