—Papi es el mejor, ¡te quiero!—Abril hizo un gesto de corazón hacia Miguel, con una sonrisa en su pálido rostro que la hacía verse especialmente hermosa.
Miguel sintió como si algo llenara su pecho.
En ese momento, de repente quiso llamar a Gael y decirle que no era necesario investigar quiénes eran los padres biológicos de Abril, porque Abril era su hija.
—Papi, ¿por qué no dices nada? —preguntó Abril al ver que no hablaba, sintiéndose un poco inquieta.
¿Estará enojado papi?
—Papi está pensando cuándo mi pequeña Abril se pondrá mejor —respondió Miguel con dulzura, mirándola con ternura.
—¡La señorita bonita dijo que me recuperaré muy pronto! —al mencionar a la señorita bonita, el rostro de Abril se iluminó, dejando ver claramente lo feliz que estaba.
—¿Por qué te gusta tanto la señorita bonita? —Miguel no había visto el rostro de Laura en ese momento, solo sus ojos y su silueta, sin saber que era Laura.
Abril lo pensó seriamente antes de responder lentamente:
—Porque la señorita bonit