Bianca se fue, dejando a Laura y Miguel frente a frente.
—¿De qué estaban hablando? Laura, ¿me estás ocultando algo? —Miguel sentía que Laura actuaba extraño, aunque no podía precisar exactamente cómo.
El corazón de Laura se aceleró, pero rápidamente se calmó y respondió con una sonrisa: —Puedes investigar todo sobre mí, ¿qué podría ocultarte?
Sabía lo suspicaz que era este hombre.
Su secreto sería descubierto tarde o temprano.
Tenía que irse antes de que eso sucediera, para proteger al bebé en su vientre.
Su sonrisa parecía falsa, y Miguel se volvió más suspicaz.
¿Qué le estaba ocultando esta mujer?
Justo cuando iba a tomar a Laura del brazo, se escuchó una voz femenina quejumbrosa: —Miguel, ¡sabías que estaba en el hospital y aun así viniste aquí a buscarme!
Laura sintió que su corazón volvía a su lugar.
Con Jenny presente, Miguel no tendría tiempo para ocuparse de ella.
Se había salvado del interrogatorio.
—Sigan conversando, ¡tengo trabajo que hacer! —Laura cerró la puerta, dejando