Aunque estoy siendo bastante hostil con el hombre frente a mí, este no muestra otra emoción que no sea temor. Pero no teme por lo que yo pueda hacerle, sino lo que haga a mi cuerpo para dañarme.
‘Teme que vuelva a intentar asesinarme’ me digo mentalmente— Te has equivocado, Marcela. Porque siendo sincero con los dos, no sé qué siento por ti, pero, si tengo claro que me importas.— Se nota bastante que te importo. — digo recordando que sigo secuestrada.— No intentes hacerte daño otra vez. Mientras no sea tu petición de irte de nuestro lado o causarte daño, puedo concederte muchas cosas. — dice él.— ¿Por qué estás tan dispuesto y permisivo? — pregunto curiosa.Cuando creo que él va a decirme algo, lo único que hace es abrazarme con fuerzas.— No quiero que mueras. No me importa si mueren todo