Le guío hasta la cabaña y vuelvo a mi forma humana. Ery hace lo mismo, sin necesidad de palabras ambos entendemos lo que quiere el otro y envuelvo mis brazos en su cuello, él me toma por la cintura, nos besamos una vez con delicadeza.

No es suficiente, ambos sabemos que queremos mucho más. El deseo es fuerte, ambos somos una sola centella a punto de calcinar lo primero que se atraviese.

Beso suavemente su labio y luego lamo el mismo lugar. Él me ve sorprendido, me he vuelto muy atrevida los últimos días. Él sonríe de inmediato y me besa con gran pasión.

Luego él me carga en sus brazos y me deposita con cuidado sobre la cama. Es increíblemente suave.

—Ordené que fuera una cama cómoda porque estaremos aquí ocupados muchas veces.

Me río y casi le digo que solo piensa con la cabeza de abajo, me trago mis propias palabras cuando continúa presumiendo de su suavidad así como su resistencia y me hace reír a carcajadas. Veamos si vale la garantía.

—Aquí sí podemos estar a solas porque si Hershey, Milo, Jerome o cualquier jodido lobo intenta abrir esa puerta estará cometiendo allanamiento de morada civil.

—Mi esposo ya no puede quitarse ese trauma ¿Eh? — Digo con una sonrisa divertida.

—No quiero más interrupciones. —Responde poniendo mi mano sobre su dureza para probarme que la espera ha sido demasiada.

Suelto otra risilla y volvemos a besarnos. Toco con mi mano su longitud y mido su grosor con mis dedos, al no poder juntar el dedo pulgar con el índice me doy idea de su tamaño.

Me preguntó si algo así de grueso podrá entrar.

Sacudo la idea aterradora de mi cabeza y continúo estrechando su forma mientras el Alfa se evita gemir. Sabe que si lo hace la fastidiosa voz del sistema pervertido podrá interrumpir. Nuevamente nos devoramos como si no lo hubiéramos hecho en años nuestros labios hambrientos del otro, sus manos amasan mis pechos y se inclina para lamer los pezones. Al principio no se decide por qué lado comenzar entonces junta ambos pechos y los lame casi juntos.

Un gemido delicioso sale de mi boca mientras lo acaricio. Descubrí que la punta de su pene es su lugar más sensible y lo mucho que disfruta restregarse entre los pliegues sin meterlo hasta que mi centro se humedece. También lo hace estremecer y lo vuelve loco que le lama el cuello así como decirle una que otra palabra sucia.

—Alfa... Hmmm... Está palpitando en mi mano —Es lo más atrevido que puedo decir por el momento —Y mi interior está tan húmedo que creo que podría entrar ese gran palo de carne.

Él gruñe casi como un ronroneo.

—Aun no, lobita. Es cierto que está húmedo y se siente deliciosamente resbaloso, caliente, Ngh, aún no podrá aceptar el tamaño del mío sin algunas preparaciones que te haré poco a poco.

Tuerzo la boca mordiendo el labio cuando una descarga pasa por mi columna justo en mi pelvis. Yo tampoco puedo esperar más.

—Alfa, mételo por favor.

Él gruñe como un lamento, estoy segura que también desea hacerlo hasta el final.

—Por favor, esposo. Lo necesito dentro hasta el fondo. —Digo como una súplica seductora.

Nuevamente gruñe, esta vez me toma por las muñecas empujando con fuerza su cuerpo contra el mío y frota su miembro con mi entrada.

—Si te duele aunque sea un poco, lo sacaré y no aceptaré meterlo hasta que esté lo suficiente abierto, así me tomé una semana entera de entrenamiento placenteramente adictivo y recreativo.

Sus palabras hacen que mi centro se humedezca más.

—Sí, Alfa… No puedo esperar más, mete tu valor y hombría como has pregonado desde que esta omega mala y traviesa faltó al respeto a su alfa.

¡Chiara por amor de...no me metas esas palabras en la boca, es demasiado vergonzoso! ¡Además yo nunca hablaría en tercera persona!

'Aunque no niego que estoy caliente como sol veraniego y si podría decir algunas palabras así, esta vez yo no he dicho nada.'

¿De verdad?

Chiara asiente y me muerdo el labio.

Acabo de hablar en tercera persona, debo estar volviéndome loca.

—Pero si mi Omega desobediente lo disfruta ya no sería un castigo sino un premio.

.

Ambos nos reímos y chocamos nuestros labios. Primero suave y juguetonamente luego con mayor pasión luchando con nuestras lenguas en el interior de nuestra boca.

Mi estómago y vientre cosquillean, nunca me he sentido de esta forma antes.

Solo con Ery estoy conociendo algo nuevo que no sabía que podía sentir tanto en mi cuerpo como algo que vibra en todo mí ser.

Algo más mágico que el fuego de Chiara.

—Aún nos falta mucho por desnudarnos pero…

— ¿Hmm? Ya estás completamente desnuda para mí.

—Me refiero a que aún nos falta mucho por contarnos el uno al otro.

Él hace una expresión como si dijera “Ah” de que ha comprendido un nuevo uso de las palabras.

—Entonces te haré un interrogatorio largo y profundo.

Su sonrisa me derrite como helado al sol. Creo que es contagiosa porque no puedo evitar hacerlo también.

— ¡Oh, Alfa! ¡Explora esta madriguera y habita mi sucia caverna con tus futuros cachorros!

¡Chiara, quieta!

'¡Ji, ji, admito que eso sí fue mío!'

—Vaya loba más atrevida. De acuerdo, exploraré su interior y dejaré mi semilla con muchos cachorros. Han sido tantas interrupciones y mis huevos están a punto de estallar que seguro te siembro cuatro o cinco cachorros de una sola camada.

Ante esas palabras obscenas me ruborizó y Ery regaña a Shawn

—Parece que nuestros lobos también están impacientes.

Él asiente y posiciona su miembro en mi centro, siento la punta acariciar mi entrada listo para dejarme su forma y tamaño.

'—Luna Cady, es una emergencia'

Dice Hershey por el enlace mental. Ery también parece recibir un mensaje parecido pues se detiene y golpea la cama con fastidio.

—Dicen que es importante. Hoy los voy a colgar a todos, no saben respetar la libido y necesidades sin saciar de su Alfa.

Acaricio su mejilla y le sonrío.

—Tal vez aún no es el momento. Cuando ese día llegue ni siquiera un meteorito podrá detenernos.

Él toma mi mano y restriega su mejilla como un cachorro.

—Y cuando sea el momento ni aunque me supliques que pare... Lo meteré a fondo, te haré gemir hasta que quedes afónica y yo completamente seco como desierto incapaz de regar más semillas y con el miembro flácido. ¡Shawn, deja de meter tanta vulgaridad junta en mi boca!

Ery regaña a Shawn pero yo sé que son sus propias palabras.

Suelto otra risilla que parece más una carcajada que termina ahogada por un gemido cuando Ery me abre las piernas metiendo su cabeza lamiendo el centro.

—Antes de irnos voy a limpiarlo, no quiero que otros lobos huelan los jugos de este coño así que me lo beberé todo.

—Alfa... Así solo harás que se desborde más.

—Cuando termine ese asunto urgente ven a la cabaña—Dice sin dejar de chupar y lamer abajo— continuaremos sin interrupciones y te lo haré hasta el final.

— ¡Oh, Ery...!

Mi cuerpo entero tiembla mientras empujo con mis propias manos su cabeza mis gemidos se vuelven leves como susurros y mi mente solo piensa en lo mucho que deseo saber lo que sentiré cuando finalmente me penetre.

—Oh, parece que no ha dejado de desbordarse... Aunque lo lamo continúa fluyendo, parece que mi Luna necesita algo más estimulante y largo.

Mientras juguetea con el botón oculto en la unión de mis pliegues, introduce un dedo comenzando con un va y ven que me vuelve una loca deseosa por él.

—Sigue saliendo mucho... Parece que con un dedo no es suficiente para taparlo.

Introduce un segundo dedo y exclamo en un lamento lleno de placer.

'—Luna, sabemos que están muy ocupados y que él Alfa estará de pésimo humor por interrumpirlos... Es realmente una emergencia, Cady Cad'

Ery también se siente interrumpido y parece perderse en lo que sea que le diga su Beta por enlace mental.

Lentamente suelta mi muslo y libera sus dedos de mi interior.

—Quería que al menos tú te sintieras un poco satisfecha o llevarte al borde de deseo como para terminar nuestro asunto urgente rápido y tenerte con tu interior listo para recibirme...

—Entiendo.— Aunque me siento insatisfecha agradezco sus atenciones—Fue maravilloso, Ery. —Digo agradeciendo aunque no me siento satisfecha.

—Prometo que lo terminaré pronto. Regresaremos y consumaremos esa noche de bodas pendiente.

Asiento y saca el último dedo, en ese momento sale de mi interior un fluido transparente y viscoso persigue en forma de hilo la punta de su dedo. Él gruñe, aunque está molesto eso no lo detiene de provocarme lamiendo lascivamente sus dedos.

—Mis dedos huelen completamente a ti —Vuelve a lamer y mi interior palpita dolorosamente— Si pudiera no me quiero lavar la mano para olerte todo el día, Pero no quiero que otro huela el lugar que es solo para mí.

Cuando se levanta de la cama puedo presenciar a todo su esplendor su gran miembro completamente erecto aún humedecido con mis propios fluidos. Más que avergonzarme hace que mi interior arda en un deseo descontrolado. Sacudo mi cabeza, ya habrá tiempo para esto después.

Chiara también se lamenta no poder terminar (otra vez) lo que empezamos.

Ery recoge su ropa y sale a buscar la mía junto al lago. Regresa con cada prenda y me lo entrega todo con sutileza.

—Este camisón es suave, delicado y hermoso pero es inapropiado para la reunión.

Asiento.

—Vístete antes de que pierda el poco auto-control que me queda.

Asiento nuevamente y me visto tan rápido como puedo a pesar de que mis piernas aún tiemblan y mi interior sigue sintiendo la ausencia de sus gruesos dedos que me han dejado un espacio vacío.

Ery gruñe bajo y me besa con furia contenida.

—Tu mirada, respiración y mejillas rosadas me gritan sexo... No me mires más así o voy a cogerte frente a toda la manada.

No me resisto y devuelvo su beso con la misma furia hambrienta.

'—Luna, por favor apresure al Alfa.' Me dice Milo por enlace mental.

Resignada lo empujo.

—Eres adictivo, no me mires tampoco. Yo también querré hacerlo frente a todos a este paso...

Él se ríe, acaricia mi mejilla y junta su frente con la mía.

No entiendo qué me está pasando ni qué es este sentimiento tan especial, creo que jamás he sonreído tanto en mi vida ni habría deseado con tanto fervor que el tiempo se detenga para los dos y así finalmente poder estar solos.

***

Ery no me permitió entrar en la reunión con la ropa de dormir, lógicamente. Así que tuve que cambiarme de ropa rápidamente, elegí un vestido verde que parece el de una duquesa. Aún me da risa lo absurdamente mezclados que están los escenarios sin definir correctamente una época en específico.

Cuando bajo Hershey me apresura con un semblante nervioso y me guía hasta una puerta. Reconozco de inmediato ese lugar, es donde se discute los temas más importantes y delicados.

Hace una semana casi se juzga injustamente a otro de mis personajes favoritos de la obra.

Menos mal que pude hablarlo con Ery antes de que fuera demasiado tarde.

—Por fin esa Luna perezosa se digna a llegar.

Dice una voz que también reconozco con desagrado.

—Ten más cuidado en la forma que te diriges a mi pareja, respeta a tu Luna— advierte Ery con una voz seca.

—Nunca aceptamos a esa Luna débil y perezosa.

Así que no le debo respeto alguno a esa Omega inútil. —Dice el muy ufano—Mucho menos a una promiscua como ella.

Ery gruñe y Milo lo detiene con su brazo impidiendo que camine más al frente para golpear a uno de los miembros más importantes del Consejo de sabios.

—Así es. Ninguno en el consejo aceptamos a una Omega como nuestra Luna.

¿Qué hacen todos esos corruptos fuera de las mazmorras?

Se supone que solo el Alfa líder puede liberarlos... Ery... ¿Qué demonios hiciste?

Lo fulmino con la mirada y el aparenta estar tranquilo, sin embargo sé por su mirada que quiere impedir que lo desoye ahí mismo.

—Así es, carece del porte y gracia de una verdadera Luna. Así como nuestro Alfa es igual de incompetente.

 

¡¿Qué ha dicho?!

Chiara y yo estamos a punto de gruñir cuando Hershey me detiene y me niega con la cabeza.

Parece que debo tragarme los insultos de esas ratas si no quiero escándalos.

—Alfa Ery, lo consideramos inadecuado para seguir siendo nuestro líder.

—Aquí tenemos un registro completo sobre las muchas veces que su Luna ha estado en el hospital o en un estado inactivo por más de tres días.

—No consideramos adecuada una Luna con narcolepsia.

Aprieto el puño con molestia y observo al que se supone que es mi esposo quien solo se traga esas palabras con la misma impotencia que yo.

Qué inútil. Cuando esto termine le voy a decir sus verdades.

''-¿Qué hacen todos esos malditos traidores, corruptos y groseros aquí?'

El Alfa no responde mi enlace mental y en su lugar alarga su mano y me hace señas para que vaya hacia él.

Debe tener un plan, no es de preocuparse esto ¿cierto? Él es inteligente...

En ese momento que me falta muy poco para llegar a Ery, las puertas se abren y frente a mí se planta Freya Belcher. Quién camina y se acomoda cerca de Ery.

—Luna, Cady. No deje que esos viejos se salgan con la suya.

Me dice Hershey discretamente y asiento.

Me acomodo cerca de Ery y reclamo mi lugar tomando su mano.

—Alfa Ery, usted prometió cuando se tomó la decisión final sobre quien sería la cabeza de la manada tras el retiro del anterior Alfa que si le daba mi voto se casaría con mi hija, Freya.

—Exigimos que cumpla con esa promesa, Alfa.

— ¡Rechace de buena vez a esa Omega inadecuada!

Ery toma firme mi mano y suelta una risa macabra que resuena en todo el podio.

—Parece que unos pocos meses y la humedad en esa mazmorra han reducido el podrido cerebro de todos ustedes. La Diosa Luna obtuvo un juramento sobre mi propia vida. Si la rechazo, todos saben que moriré.

Todos rumorean hasta que la sala de juicios se llena de muchas voces.

— ¡Silencio! — Ordena Milo con su tono Beta perfecto, su lobo Storm es fuerte y no se anda con rodeos.

—Alfa, todos en la manada sabemos que se ha dejado hechizar por esa pérfida mujer que tuvo el descaro de huir con seis lobos renegados la mañana del día de su boda.

Las voces indignadas se unen haciendo bullicio.

Ery apretuja mi mano con fuerza. Él está igual de molesto que yo.

—Engatusado por sus solos servicios dignos de una meretriz no le ha exigido cumplir con todos sus deberes como Luna.

—A pesar de que el Alfa se ha esforzado en mantener a una manada fuerte y convocar durante varios días seguidos a todos para entrenar, su Luna no ha asistido a los entrenamientos ni una sola vez.

¡Ery estúpido, si no hubieras abusado de los entrenamientos para desquitar tu enojo, esos idiotas no tendrían argumentos!

— ¡Eso es porque su Luna es entrenada personalmente por su Alfa! —Responde Ery.

Diosa... Dios... lo que sea que nos observa desde el cielo, abran el suelo que me estoy muriendo de vergüenza con este inútil que solo me hace ver como una muñeca para liberar sus deseos carnales.

—Por supuesto, "personalmente" en unas sesiones privadas tan íntimas que todos los guerreros tienen prohibido asomarse al campo de entrenamiento.

¡Lo sabía, hay un topo que está informando a estos desgraciados incluso durante su encierro!

—El Alfa se ha dejado hechizar por la lujuria y ha mancillado los sagrados campos de entrenamiento en actos impúdicos con esa Omega.

¡BAM!

— ¡¿Cómo osas desafiar a tu Alfa?! ¡Incluso si me enredara con MI esposa está cumpliendo con sus deberes conyugales!

¡Eso no me defiende para nada, Alfa idiota!

— ¿Cuál deber? En todos estos meses a pesar de tener una actividad conyugal escandalosa, en la que por cierto toda la manada se ha enterado hasta de cada posición y objeto roto...

¡Agh, de verdad tenemos que hacer algo con ese vergonzoso rumor!

—Luna Candace no parece mostrar todavía que lleve al primer heredero. Por tanto tampoco cuenta con los requisitos adecuados para traer al mundo a un cachorro fuerte y saludable.

— ¡Si, Luna Candace debe ser infértil o de vientre débil!

¡Ni siquiera ha entrado! ¡Cómo pueden llamarme infértil cuando ni siquiera hemos podido llegar al final para comprobarlo!

—Ya que el Alfa está empecinado en conservar a esa Omega para sus deseos carnales, sugiero que la releve como concubina y se case con mi hija, además de tener sangre Alfa del mejor nivel, le aseguro que es fértil y fuerte. Freya puede ser nuestra Luna y Candace su concubina legal.

¡Hijo de---!

'—Cady, esos ancianos solo quieren probar que su Luna es explosiva e inadecuada, no dejaré que te toquen. Cree en mí.'

Ery entrelaza sus dedos con los míos y con sus palabras por enlace mental me tranquiliza.

'—Por supuesto, que creo en ti '

Acurruco discretamente mi cabeza en su brazo mientras Ery escucha las últimas demandas de esos viejos entrometidos.

—Sabio Belcher, dado que sus argumentos son fundamentados en su preocupación por el bienestar de la manada y ha dejado en claro su renuencia a aceptar a mi Luna, me temo que sus evidencias son meramente conjeturas. Sin embargo, le doy la razón con respecto a que nuestra manada se fortalece por medio de las uniones políticas.

Se hace el silencio completo y por alguna razón siento que lo que va a decir no será agradable. 

—Así que, siguiendo la ley 242, invoco mi permiso para tener una segunda esposa.

¡¿Qué?!

Decimos Chiara y yo al mismo tiempo.

—No puedo rechazar a mi Luna porque es mi pareja destinada además de que tengo un juramento de vida que cumplir. Sin embargo dicho juramento no me ata a tener una sola esposa---

Lo interrumpo con un pisotón bien dado.

'¡Pisa con más fuerza!'

No solo le voy a pisar el pie, Chiara...

—Consejero Belcher —Digo conteniendo mi furia— Usted ha puesto todos sus argumentos y acusaciones en la mesa olvidando seguir los protocolos pertinentes, no solo ha calumniado a su Luna sino el juicio del propio Alfa. Además, con sus antecedentes en las mazmorras no debería siquiera pisar la sala de juicios salvo para recibir una sentencia.

Todos se quedan callados.

—El inciso B de la página 342 de las leyes de nuestra manada establece que todo juicio debe hacerse con una fecha decidida con tiempo de anticipación. Permitirse pruebas contundentes tanto para el acusado como el demandante y también... —Digo esto último saboreando cada palabra—Que un ex convicto no tiene derecho a convocar una junta sin conseguir los permisos adecuados y la aprobación de su Alfa así como su Luna.

Y ahora que tengo la atención de todos sobre mí me evito sonreír maliciosamente al saber que he puesto mi mejor jugada en la mesa.

—Como Luna voy a denegar dichas demandas absurdas hasta que siga los protocolos pertinentes. —Me interrumpe un gran bullicio de esos lobos rupestres—Es decir, que al hacerse está reunión sin ningún aviso previo queda anulado. Retírese de inmediato.

El Alfa idiota que se hace llamar mi esposo me mira como si fuera el fantasma de Canterville y todo el consejo se queda en silencio.

Hershey también rompe los murmullos con un tono autoritario.

— ¡Mi Luna, Candace Var Sansa, da por cerrado el caso! ¡Salgan todos antes de que se les castigue por su insolencia hacia su Alfa y Luna!

Uno a uno los sabios del consejo salen por la puerta hasta dejar vacía la sala.

—Cady. —Dice la voz de la culpa.

—Cállate, Alfa estúpido.

Incluso Chiara está bastante enfadada y responde tal cual como yo lo habría hecho.

—Dijiste que confiabas en mí---

—Por supuesto que confío... ¡En que eres un maldito imbécil!

Hershey permanece en silencio con el puño cerrado. También le indigna todo esto.

Dijo que confiara en él y que me protegería ¡En su lugar solicitó tener dos esposas! ¡Maldito desgraciado!

— ¡Hershey! ¡Que todos preparen una habitación aparte...!

No es necesario decir lo que sigue, queda implícito con la gran furia que emano.

“¡El Alfa no volverá a compartir la cama conmigo!“

—Cady, no es lo que piensas---

— ¿Qué no es como pienso? ¿Acaso el Alfa adúltero, mentiroso e infiel no solicitó ante todas esas ratas tener dos esposas?

¡En mi cara lo dijo!

—Cady, por favor escucha---

En cuanto intenta tocarme le doy un manotazo.

—Si el Alfa tonto cree que voy a ser polígama, de buena vez que busque cómo anular el juramento a la Diosa para salvar su trasero— lo veo a los ojos y mis manos queman una parte de su ropa— Quiero el divorcio.