NATALIE
Habían sido las horas más angustiantes de mi vida, seguíamos esperando alguna noticia de mi hijo, pero no había nada todavía.
Una Kris desesperada y con un gesto de preocupación llegó a nuestro lado, la había llamado antes para avisarle de lo que había pasado.
—Nat, amiga —dijo mientras recuperaba el aliento —¿Cómo está? Vine lo más rápido posible, el tráfico está de locos está mañana…
Se detuvo de inmediato, entendió que nada de eso importaba ahora; sin embargo, me hacía falta distraerme un poco y no estar pensando en cosas negativas, mi pequeño iba a estar bien.
—Aún no nos han dado toda la información, solo han dicho que sigue durmiendo y que lo tienen en observaci&oac