NATALIE
Esto era como un sueño hecho realidad, lo había extrañado tanto y nunca me iba a cansar de ello. Sentía que el mundo se había detenido, siempre que estábamos juntos y de esta manera, quería detener el tiempo para ambos disfrutar del momento en el cual nos encontrábamos ahora.
Dominik beso cada parte de mi cuerpo, como deleitándose por ello y yo solo me deje llevar por sus besos y caricias que me hacían llevar a la cima. Se inclinó sobre mí y continuos besándome, pero está vez los labios. Me devoró como si fuera el último día de nuestras vidas y de la misma manera me hizo el amor toda la noche.
Dios, esperaba que esto siempre fuera cierto y que nunca se fuera de nuestra vida.
—Tú y Dorian, son lo más bonito que me ha dado la vida —