El mesero asintió respetuosamente, el señor Jalifa me miró molesto, levanté mi cabeza con orgullo y él sonrió burlescamente.
_ No vas a comer eso _ él miró al mesero _ por favor traiga dos salmones, acompañados por vegetales salteados y de beber quiero su mejor vino.
El camarero asintió respetuosamente y se fue, mire al señor Jalifa con enojo, no quería gastar demasiado, en este sitio incluso lo que había pedido era carísimo.
_ Nuevamente decidiendo por mí, sabes que detesto eso.
_ No pienso permitir que comas una ensalada, yo pago todo, no te preocupes por el dinero.