Está noticia cayó como balde de agua fría en los presentes, Alejandro negaba que lo hiciera, se opuso rotundamente y no fue el único de ahí.
_ Ninguno de ustedes tiene la potestad de opinar, Alejandro te recuerdo que Zaya no es tu esposa, por ende el que toma las decisiones de mi hija soy solamente yo.
_ ¿Acaso no piensa en sus nietas? ¿Cree que es justo que ellas crezcan sin una madre?
_ Es cierto que no es justo pero es más injusto que ellas sigan esperando algo que no va a pasar nunca, le pregunté al mejor neurólogo y dijo que las posibilidades de que Zaya despierte disminuyen con el pasar de los años, así que pienso desconectarla mañana mismo, no pienso esperar más tiempo a que suceda un milagro.
El señor Jalifa se fue y detrás de él salió el señor Bursin para ver si su amigo decidía cambiar de parecer, a pesar de todos los puntos a favor que puso sobre la condición de su querida sobrina, Zerkan se mantuvo firme en su decisión.
_ Estás cometiendo un