Cap. 19: Encuentro
—¡Gracias a Dios, aquí estás! —exclama Santiago con alivio al ver que sus hombres han llegado a ella antes de que algún bastardo se aprovechara.
Al escuchar la voz de ese hombre que por alguna razón parece haber decidido negarse a dejarla en paz, Sofía siente una oleada de rabia inundarla por dentro, sin siquiera detenerse a pensar lo abofetea en el rostro en cuanto lo tiene a su alcance. Ante esa escena los guardias abren los ojos como platos escandalizándose de lo que esa mujer se ha atrevido a hacer, y por su lado Santiago que ha empalidecido al ser tratado de esa manera delante de sus hombres y en publico ha quedado estático, sin saber cómo actuar.
—Te lo tienes merecido para que aprendas a respetar a las… —comienza a reprochar la mujer antes de interrumpirse llevándose la mano a la boca al sentir un ataque de nauseas.
—Ven, vamos al baño, ya suficiente espectáculo has dado —ordena el mafioso tomando a la pelirroja del brazo para alejarla de la gente antes de que haga otra lament