Capítulo LXXVI

Después de despertar.

Melinda Milet.

Allí estaba todo oscuro, sentí que había despertado, la oscuridad era lo único que podía ver y sentir, pero después de haber despertado escuchaba algunas respiraciones a mi alrededor, pero sabía que nadie se atrevía a hablar por miedo a lo que podría pasar, pero me parecía extraño que ni siquiera Vanessa hubiera dicho una palabra acerca de lo que estaba sucediendo, habíamos despertado, o bueno al menos eso creía yo en ese momento.

Sentía latidos, respiraciones, pero no quería hablar, no quería saber quién era el que estaba cerca de mí, y no quería que esa persona descubriera mi posición exacta, más sin embargo tenía que hacer algo, porque no podía solo quedarme esperando que fuera esa persona quien hablará y dijera cualquier cosa para que yo pudiera sentirme mejor y saber dónde estaba.

–Las personas tienen miedo siempre de lo que pueden encontrarse en la oscuridad. –Por fin dijo la voz de una mujer, una voz que no logré identificar