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Después del despertar. Parte III.
Capítulo LXXVIIIDespués de despertar. Parte IIIMelinda Milet. Allí estaba Neptuno, podía decir que era él, primero porque estaba escuchando su voz, estaba escuchando su fuerza, sus latidos, podía sentir todo, sabía que era él el que estaba allí hablando y siendo como solo él podía ser, su fuerza en el ambiente se podía sentir para algunos podía ser una presión descomunal en el pecho, mientras que para aquellos que no teníamos miedo, sino que estábamos de su lado, sin tener que hacer algo malo, podíamos sentir unas cosas muy lindas, cosas increíbles las cuales sin importar cuanto lo intente, no puedo explicarlo. –Neptuno, gracias por haber venido. –Dije suave y con un agradecimiento eterno. –Sabes que nunca te dejaría, sabes mejor que nadie que nunca dejaría atrás a la mujer que más amo en mi existencia. Ahora es momento de irnos de este lugar, hay que ir a buscar a nuestra familia, y tienes que ver a tu padre, tienes que ver a tu familia, tus hermanas aún no sé dónde están, pero
Encontradas
Capítulo LXXIXEncontradas.Neptuno Wolf. Después de dejar atrás a la mujer, que sí, era muy hermosa, pero sin embargo solo era una mujer promedió además sabía que su belleza no era solo de ella, dependía de los dioses que la habían engendrado, sin importar estos cuales fueran, eran parte de los poderes que ella tenía. Seguí el otro olor que era de las hermanas de Melinda, lo seguí todo lo que pude, pero habían varios puntos dónde se hacía débil, y empezaba a cambiar el olor, por uno más fuerte, pero no era el mismo de ella, pensé que era debido a que su olor se estaba debilitando y algún ser extraño se las había llevado…Corrí durante un par de minutos con mucha rapidez, y al llegar al lugar, pude ver a un grupo de seres extraños que caminaban muy aprisa, sus pies eran cortos, y sus pasos muy cómicos, más sin embargo iban muy rápidos, con fuego en su manos. –Alto, –dije mientras que corría más aprisa, pero enseguida su reacción fue muy agresiva me lanzaron llamas de fuego para pode
La extraña magia de los dioses.
Capítulo LXXXLa extraña magia de los dioses.Melinda Milet. Había llevado a la chica para que estuviera en una de las casas pero, ordene que la tuvieran vigilada durante todo el tiempo, luego me fui a la que era mi antigua casa, allí pude ver que estaba en ruinas, además había olvidado el tiempo que había pasado. –Ha pasado mucho tiempo desde que desapareciste en esos túneles princesa. –Me dijo la voz de una mujer conocida, al darme la vuelta corroboré con mucha estima que era Amaray, le di un abrazo, tenía tiempo que no veía a estas personas que me parecían tan importantes y las cuales eran parte de las personas que necesitaba para estar totalmente enfocada, ya que ellas lograban darme la confianza que necesitaba para no tener que concentrarme en cada uno de los detalles. La miré con ternura, y ella me devolvió la mirada con mucho afecto, nos abrazamos durante algunos minutos para luego sonreírnos una a la otra, eso era lo que quería, poderme ver con aquellas personas que eran im
La extraña magia de los dioses. Parte II.
Capítulo LXXXILa extraña magia de los dioses. Parte IINeptuno Wolf. Estaba tranquilo ya saliendo de la red de túneles, por lo que me había dicho Julius, ya había sacado a todas las personas que se habían perdido en los mimos, hasta un grupo de rescate se había perdido entre la extensa red de túneles, era casi imposible no perderse allí y aquellos que no se perdían se les hacía tan difícil el camino de regreso que ni siquiera nadie entendía la razón de este evento. Salí y pude ver la luz de luna en el cielo, estaba hermosa, el día había acabado y ya todos estaban mucho más tranquilos, aunque había aún algunas celebraciones que me parecían extrañas y que en algunos casos no tenía sentido. –¿Cuál es el motivo para estar así tan alegres y tan efímeros? –Cuestioné al llegar frente a un grupo de personas, aún convertido en lobo y con una fuerza inmensa de la magia que me precedía, estaba aprendiendo a utilizarla, por lo se podría decir que ahora era mucho más poderoso de lo que había s
La llegada de Vanessa.
Capítulo LXXXIILa llegada de Vanessa. Melinda Milet. Estaba en la casa, me habían dado un baño con agua tibia, mis hermanas también habían llegado, mi padre había salido porque Neptuno le había enviado un mensaje, mientras que los demás estaban tratando de arreglar el pueblo, yo estaba aún un poco débil, debido a todos los acontecimientos y el veneno, este seguía haciendo efecto en mi cuerpo, por lo que era importante cuidarme, más sin embargo me sentía muy inútil, que a pesar de todo, no podía luchar, no podía trabajar, no podía exponerme para dar las órdenes pertinentes para que la construcción del pueblo fuera mucho más rápida, más sin embargo tenía que recibir los cuidados de un montón de personas, para poder estar bien. Después de haberme vestido y bajado al comedor, pude observar a través de una de las ventanas, que mientras un grupo de soldados estaba trabajando en la reconstrucción de todo el pueblo de forma acelerada para lograr acabar todo a tiempo, otro grupo, muy grand
El trabajo de todos.
Capítulo LXXXIIIEl trabajo de todos.Neptuno Wolf. Estaba tratando de mantener el orden, estaba algo cansado, sabía que estaban ayudando a mi madre y a mis hermanas, sabía que estaban ayudando a Melinda y sus hermanas, y a todos los demás que habían estado en los eventos del túnel, quería dejarlos descansar para luego hablar con todos ellos lo que había sucedido en ese lugar, sabía que la mujer tenía algunos poderes muy poderosos, entre ellos la belleza, aunque a mi criterio personal, a pesar de ser muy bella, carecía de cosas que para mí no la hacían tan atractiva, pero según la opinión popular del pueblo, era capaz de hacer que cualquier hombre en el mundo se desviviera por ella, para mí era una de las cosas más tontas que había escuchado desde hace mucho tiempo. Mientras para poder mantener una el hecho de que no hubiera una rebelión en el pueblo, debía de mantener a todos trabajando, más por miedo que por cualquier otra acción, ya que aquellas personas que se habían tomado el v
La historia de los Dioses.
Capítulo LXXXIVLa historia de los Dioses. Melinda Milet. Estaba escuchando la historia, desde el momento en que Amaray puso tanto misterio en lo que decía, sus ojos se abrieron como platos, y todo lo que hasta ahora conocía de ella, se había vuelto efímero, nunca la había visto de esta manera, pero así estaba mientras que Vanessa y yo lo único que hacíamos era vernos los ojos, tratando de averiguar lo que pasaba mientras que mirábamos a Amaray cada cierto tiempo. –Bueno, creo que ya está todo listo. –Dijo por fin –. Bueno, déjenme decirle que todo empezó un día cualquiera, hace tanto tiempo, que dudo que está guerra si quiera estuviera en sus primeras fases, Neptuno aún era un niño, era muy joven. Había pasado mucho tiempo de la batalla de luxury y a pesar de que no había una paz total, el mundo estaba tranquilo, durante este tiempo. Había un joven, muy apuesto, que se paseaba por todos los pueblos del mundo, buscando a las mujeres más lindas, y entonces cuando las veía, las corte
La historia de los Dioses. Parte II.
Capítulo LXXXVLa historia de los Dioses. Parte II.Neptuno Wolf. Era uno de los momentos más extraños que he vivido hasta ahora, la vida me había enseñado muchas cosas, pero nunca me había enseñado a hacer cosas tan extrañas como la que había logrado hacer hace un momento. Había logrado estar en dos lugares al mismo tiempo, algo que pensé que era imposible, había logrado ver la conversación, había logrado ver todos sus gestos, como me miraban, de lo que hablaban, lo que decían, lo que vivían, y hasta podría decir de aquello que sentían. –Señor, –volvió a sacarme de mis pensamientos Olivia –¿le vuelvo a interrumpir en algo? –Olivia, ¿Qué quieres decirme? –Cuestioné con la mayor de las calmas que podía tener. –Realmente nada señor, solo que le he visto muy distraído en los momentos en los cuales hemos estado juntos, por lo que no sé si hay algo que le moleste o que pueda cuestionarse mucho. –Lo hay. –Respondí de la misma forma calmada.–Bueno señor, tal vez no sea la persona que
Último capítulo