Armin dudó en si hablar o no.
Anna parecía molesta, no por la situación en la que Dante los había encontrado, no. Ella estaba molesta porque no le entregaba la tablet de Burke. Era una situación graciosa. Graciosa pero peligrosa.
En cuanto al recién llegado… bueno, él si quería arrancarle la cara.
“No pienso volver a casa con un ojo morado” ―le gruñó Aren, algo con lo que Armin estuvo de acuerdo
―Tranquilo, fue un accidente ―respondió sin levantarse del sillón pese a que Burke le había ofrecido una mano para ayudarlo a erguirse
―Armin… ―lo urgió el beta
―Tranquilo, mejor no provocar espectáculos ―dijo él antes de intentar actualizar el blog ―Entonces… Vamos a ver, reproducciones ―
Irritada, Anna gruñó.
― ¿Qué sucede? ―le preguntó Dante, quien por primera vez la veía molesta con Armin, y eso, extrañamente, le daba una gran satisfacción, tal vez no era TAN necesario matarlo
―Burke me enseñó una nota donde se habla de Bruno y de mí ―comenzó a explicar Anna ―La estábamos viendo, pero habí