Al ver que Ares había comenzado a prestar atención, Anna fulminó a Gael con la mirada antes de dirigirse al pequeño lobato.

―Aceptar hacer lo que tú quieras hermanito ―sonrió Anna ― ¿A dónde quieres ir? ―preguntó al mismo tiempo que tomaba su mano

―Ah, muy lista ―rio Giovanni ― ¿Saben? Pensé que las hermanas mayores eran menos celosas que las menores, tal parece que me equivoqué ―

―Y mucho ―intervino Celia ―Mi amor, yo soy la menor de mis hermanos, y a los dos, los celaba como una loca ―

―Creo que, en cuanto a celos, Darío te gana por mucho mi amor ―masculló Giovanni ―La última vez que hablé con él, me dijo que iría al territorio a visitarte dos veces al mes para asegurarse de que realmente te hago feliz, me dijo que, de lo contrario, me enfrentaría por el título de alfa ―

―Por Selene, ese nos ganó a todos ―dijo Arman riendo ―Ni siquiera tú me celas a ese grado ―

―Y debería hacerlo, sales con pura descerebrada ―dijo Sarka con decepción ―Si llegases a ganarme el puesto de alfa, cosa qu