Capítulo 2.9: Disfrutar de la compañía.
Aturdido por lo que acaba de escuchar, Máximus tomó las dos aspirinas que Emmet le había llevado, y tras un largo trago de agua, el rey clavó sus ojos en su nieta.
―Anna, mi pequeña, me estás diciendo que mi hermano, Arioch Nicolaou, ¿planea acabar conmigo y mi familia? ―
―Es lo que creemos, sí ―dijo Anna con tono afligido
―Por la sagrada diosa, ¿en qué estás pensando Arioch? ―murmuró Máximus antes de dirigir su mirada hacia el hechicero ―Emmet… ―
― ¿Sí, su majestad? ―
― ¿Qué necesito hacer para mejorar? ―preguntó con angustia ―Yo… Debo ayudarlos a recuperar a mi hijo y al resto de mi familia ―
―No necesita hacer nada más que descansar ―dijo Emmet sonriéndole ―Mi compañero y yo hemos conseguido eliminar todo el acónito en su organismo, el resto, depende completamente de usted, ya que, con la ayuda de Amara, su lobo, Maoz, ha comenzado a fortalecerse ―
― ¿Amara? ―preguntó Máximus
―Es el nombre de mi loba abuelo ―intervino Anna al mismo tiempo que tomaba un abrecartas ―Amara me bendijo