Capítulo 4: Lados opuestos.
―Puedo entenderlo abuelo, y no es ingenuo de tu parte ―sonrió Anna ―Yo haría lo mismo con Gino, más que mi beta, es mi mejor amigo, mi guardián y mi maestro ―
―Me alegra que tengas a alguien como él como tu beta ―sonrió también Máximus ―Espero que Nero pueda ganarse esa confianza algún día ―
―Claro que sí ―respondió Anna con seguridad, después de todo, Nero la había estado protegiendo en Interlunio y la había apoyado en cada una de sus decisiones ―Pero, volviendo al tema, entonces, ¿tú le pediste a Eros que moviera tus cosas? ―
―Así es ―respondió Máximus ―Tras perder el control la primera vez, le pedí que, si algún día llegaba a pasarme algo y no podía recuperarme, él personalmente debía hacerse cargo de mover toda la herencia de los reyes y todo lo relativo a ellos a un lugar seguro ―
― ¿Por qué no lo escondiste aquí en primer lugar? ―
―Porque no lo creí necesario ―respondió Máximus con sinceridad ―Confiaba en mi familia y en mi gente, así que, a diferencia de mis antecesores, quiene