El ambiente se volvió más tenso cuando Ethan observó a Valentina correr hacia Oliver y abrazarlo. Parecía que se conocían desde hace mucho tiempo y se agradaban mutuamente. Con los ojos abiertos de par en par y una expresión indignada en su rostro, Ethan observó a Oliver levantar a la niña y ofrecerle un regalo.
La niña parecía radiante. Cuando Oliver miró a Ashley, notó que sus hombros expresaban cierta desaprobación. Por el ambiente incómodo que se cernía sobre la casa, se dio cuenta de que Ashley no le había contado la verdad a su padre.
— ¿Qué está pasando aquí? — Ethan exigía una explicación — ¿No me digas que le contaste la verdad a él, Ashley?
Ella se apresuró hacia él, agarrando su brazo y susurrando en su oído.
— No vamos a tener esta conversación delante de Valentina, papá.
— Me alivia mucho saber que no soy el único engañado aquí.
Oliver observaba a los dos mientras ponía a Valentina en el suelo y la ayudaba a desenvolver el regalo. Marina cruzó la puerta de la casa y se so