— Te amo, Oliver.
Oliver estaba distraído por los secretos de un nuevo mundo. Cerró los ojos cuando los labios de Ashley volvieron a tocar los suyos. Su cuerpo se rindió, abrazándolo, liberando todo su amor. Todo quedó en silencio, como si solo existieran ellos dos, interrumpido solo por su respiración entrecortada y los latidos de su corazón. Era como nacer de nuevo. No quería regresar a la superficie. Podría quedarse atrapado en ese beso para siempre.
— Esto debe ser un sueño — dijo cuando ella se apartó y abrió los ojos para ver a Ashley sonriendo.
Su rostro tan delicado y feliz, sus ojos brillaban cuando lo miraban. La observó con tanto amor, por primera vez ya no había miedo entre ellos.
— Bueno, no estás soñando — otro beso. Sus ojos azules eran como brasas, fijos en los suyos — Tenemos un vuelo a Las Vegas.
Él le sonrió, pero sintió que algo faltaba.
— ¿Dónde está Valentina? — Recorrió con la mirada el vestíbulo, pero no había nadie.
— Ella vendrá después con mi padre — dijo, e