ARIADNA FALCONI
Esperaba que mi vida no tuviera mejorías en cuanto al masaje que había tenido. No podía ser ese idiota quien trajera la buena suerte para mí, me negaba a aceptarlo, era imposible.
Matthías Blanco no había traído a mi vida más que oscuridad y yo no quiero tener ningún tipo de relación con quién me recuerde de algún modo a lo que sufrí en el pasado, necesito dejar todo el dolor atrás.
Llega el lunes y creí que solo tendría dos turnos, pero al estar quitándome el uniforme mi puerta es abierta y en mi campo de visión aparece Liliana.
-¿Puedes hacer más turnos? Padre e hijo quieren una sesión de masajes, les dije que te preguntaría cuando terminaras si podías atenderlos sin turno- Me muerdo el labio inferior sabiendo que tengo un trato con Christopher y que si la prosperidad continúa, tendré que seguir atendiéndome con ese idiota solo por no fallarle
-Dame cinco minutos y dile que pase a uno de ellos- Pido y ella sale del consultorio dejando que vuelva a vestirme
Estoy f