Capítulo 4.

Angelo: 

Una hora antes. 

Hoy se llevaría a cabo el evento de presentación de la nueva marca de comida, estábamos ansiosos de poder hacer esto, ser aliados de una marca importante nos llevaría al la cima de nuevo. Fue una buena decisión hacerlo. 

Nuestra empresa no esta en mala situación, pero no queremos bajar nuestras ventas, para nosotros esto era realmente importante. 

De esto depende nuestra reputación. 

Matthew Ford es un buen empresario, además de muy famoso, hicimos bien en asociarnos con el y su empresa. 

Antonio y yo trabajamos sin parar durante una semana para que nada saliera mal, puesto que se invirtió una gran cantidad de dinero en ese proyecto. No debería seguir repitiéndolo, pero es importante que todo salga a la perfección. 

—Oye —mire a mi hermano— ¿Crees que esto combine? 

—Que mal gusto tienes Antonio —hice una mueca— ese color es horrible, ponte otra corbata. 

—Prestame una de las tuyas. 

Se metio a mi closet a buscar una de mis corbatas. Vivir con el, a veces es molesto, pero esta casa se sentiria sola sin el. Ya bastante tuvimos en el pasado.

Ambos vivíamos en la misma casa, siempre fuimos independientes desde que somos mayores de edad, nuestros padres nos han enseñado a ser responsables e independientes, también a ganarnos las cosas por nuestro propio esfuerzo, sin necesidad del dinero o el apellido, desde hace tiempo hemos vivido así y desde que papá nos dejó a cargo de la empresa la hemos levantado con éxito gracias a nuestro esfuerzo.

A pesar de que somos hermanos y unidos somos totalmente diferentes pero a la vez parecidos.

A Antonio le gusta mucho la música, el arte, la naturaleza y disfrutar de un buen libro, al igual que un maratón de series y películas.. Es bastante expresivo y puedo entablar una conversación agradable con quien sea, siempre y cuando lo trate bien y con respeto, su carácter no es tán fuerte pero si se molesta a niveles superiores se desconoce. 

En cambio yo soy todo lo contrario a mi hermano, hablo muy poco, soy bastante serio, también me gusta leer y escuchar música clásica, siempre que puedo voy a galerías de arte, soy de carácter fuerte y siempre quiero tener el control de todo, bastante perfeccionista y no entablo una conversación con cualquiera, no suelo ir a fiestas porque el ruido me molesta, somos bastante opuestos pero aun así nuestra relación de hermanos es la mejor.

Siempre que tenemos un problema, nos ayudamos el uno al otro, si algo nos molesta lo hablamos, si algo nos perturba, lo hablamos, siempre tenemos esa confianza, cosa que nadie ha podido romper desde aquella vez.

Con respecto al sexo, ambos si somos parecidos, somos dominantes, nos gusta llevar el control de todo en el ámbito del sexo, cogemos duro y dejamos salir nuestros profundos deseos al coger.

Desde que terminamos aquella relación ninguno follamos con la misma mujer, el folla a las suyas y yo a las mías, el día que volvamos a follar será con una sola mujer que sea nuestra y que sea una relación estable.

Cuando ella nos traicionó con ese imbécil en nuestra casa y en nuestra cama, ambos caímos en depresión. Me encerré por meses en el alcohol no salía de mi habitación, todo lo tiraba y rompía, gritaba de dolor e impotencia, esos meses fueron los más duros para ambos. Antonio solo se deprimió, lloró, sufrió y tenia dolor porque.. Dolia. Cómo dolía, dolía mucho que la persona que tanto amabas te haya traicionado de esa manera.

Siempre me pregunte ¿que hicimos mal? ¿no fuimos suficiente? Le dimos todo de nosotros, amor, tiempo, lujos, comodidades y de más y sin embargo, no fue suficiente para ella, que nos haya engañado con el, me había cuestionado eso por un año, hasta que lo pudimos superar, habíamos cambiado, ya no éramos los mismos de antes, con respecto a nuestros sentimientos.

Ambos deseamos tener una familia, tener esa típica casita con un hermoso jardín lleno de flores viendo a nuestros hijos correr por toda la cada junto a nuestra esposa. Por ahora eso queda totalmente descartado de nuestros planes, si lo haremos pero con la mujer indicada, que nos ame por lo que somos y no por lo que tenemos.

Desde ese día se rompieron alianzas y confianzas que jamás volverán, la traición a un Moretti jamás se perdona y ellos lo supieron con exactitud ese día.

Ya estaba listo para irme, al bajar Antonio estaba comiendo. 

—Vas a mancharte la camisa —me cruce de brazos. 

—Eso no pasará —hablo con la boca llena. 

—Uno, dos, tres, cuatro... —comencé a contar, cinco segundos fueron cinco segundos para que derramara la comida sobre su camisa— Te lo dije. 

—Te detesto —masculló— me iré a cambiar, por cierto, mamá dejó un mensaje, en unos meses será el sesenta aniversario de los abuelos y sinceramente no me apetece ir.

— Creeme que a mi tampoco me hace ilusión, pero debemos hacerlo si no queremos ser exiliados de la familia.

—En eso te doy la razón —asentí— de todas maneras vamos a ir, mamá nos obligara y si es posible nos amarra al avión. 

—Sabes como es mamá sabes lo que dice La familia, es la familia —repetimos ambos al unísono.

—Lo se, oye vete a cambiar, llegaremos tarde. 

—Ya regreso —se fue a cambiar. 

Pensaba en aquella Reunión familiar, no quisiera ir, pero son los abuelos y no podemos faltar por mas que lo quisiéramos. Para mis padres la familia es importante, pero ir, no es lo mas adecuado, nos haran preguntas y honestamente no quiero eso ahora. 

—Estoy listo anciano. 

—No digas estupideces Antonio, yo no estoy viejo.. —murmuré lo último— estoy en la edad de oro ¿sabes? Mientras más viejo el vino, mejor —sonreí de lado.

—O sea que estás admitiendo que estas viejo —soltó una carcajada, yo lo fulminé con la mirada.

—Mejor vamos al evento, no debemos llegar tarde —el tomó las llaves. 

—Deja de amargarte tanto —toco mi hombro—, debe ser el café, deja de tomar tanto eso, es dañino. 

—¿Quien lo dice? El café es lo mejor que hay en la puta vida, además de que eso no tiene nada que ver, mejor vamos. 

El reía mientras salíamos de la casa, nos subimos al auto y nos dirigimos hacia el lugar de evento. 

No paso demasiado tiempo cuando llegamos, al hacerlo. Nos dimos cuenta de lo enorme que era esto, el lugar, las personas, la cantidad de autos, de prensa. De todo. 

—Mira esto Angelo —dijo mi hermano impresionado—, es grande. 

—Lo se. 

Estacioné el auto, el chico se lo había llevado, nosotros caminamos hacia la entrada, todo estaba tan elegante dentro, las luces, la música, los carteles publicitarios, todo. 

Sabia que esto seria todo un éxito. Mi hermano me dio una copa para comenzar con el brindis. Estaba ansioso y contento por esto. 

—Señores Moretti, que alegría que vinieran. 

Matthew estaba parado frente a nosotros, pero no era solo el, a su lado estaba ella. 

Anne. 

Mi hermosa Anne. 

Nuestra hermosa Anne. 

—Les presento a mi hermosa y flamante novia, Anne Morrison. 

—Hola muchachos, cuanto tiempo —sonrio de forma sutil. 

—¿Se conocen? —Matthew nos miró, luego a ella. 

—Fuimos compañeros en el colegio —ella lo miro— ¿Me traes una copa con champaña?

—Lo que pidas. 

Ella estaba frente a nosotros, luciendo tan hermosa como la última vez que la vimos, hace casi diez años.

Pero ahora su mirada era distinta al vernos, no sabía como sentirme al respecto. Ahora iba de la mano con un hombre al que ella le sonreía de una manera tan dulce, asi como lo hacia con nosotros. No pensé que verla después de tanto tiempo, me fuese a alterar tanto los sentidos como lo hace justo ahora.

Mire a mi hermano quien no dejaba de verla, estaba tan idiotizado como yo, o quizá más.

—Anne —dijo el después de mucho rato.

—Hola —sonrio de una manera tan sutil que me hacía derretir—, cuanto tiempo, no esperaba encontrarlos aquí.

—Somos los socios de tu novio —hablé yo tragándome los nervios—, no sabia que Matthew tenía novia, mucho menos que eras tu.

—Yo no sabía que sus socios serian ustedes —rió un poco—, no me meto en sus asuntos sobre el trabajo, pero hablando en serio, es bueno verlo después de ¿diez años?

—Diez años Anne.

Matthew regreso con la copa y se la dio a ella, luego le dio un beso en la mejilla, ese acto me causo nauseas y ganas de romperle la cara por tocarla.

Demonios.

—Entonces conocen a mi hermosa novia —dijo Matthew.

—Si, estuvimos en el colegio, fuimos buenos amigos —ella lo miro a el, luego a nosotros—, por cierto ¿siguen con Lois? ¿Lograron casarse?

—¿Que? Esperen ¿están con la misma mujer? —Matthew rio sorprendido.

—No te rías Matt, su familia es Polígama, para ellos es normal estar con una mujer... Lois era la mujer perfecta para ellos, desde el colegio —nos miró a ambos— ¿no es así Antonio? Era la mujer que amaban en ese entonces.

Sus palabras salieron como dagas con mucho filo. Fue doloroso escucharla decir esas cosas, mucho más sobre Lois, de quien nos divorciamos hace cuatro años.

Ahora que estaba frente a ambos, de nuevo, el corazón me dio un vuelco inesperado al ver a Anne después de mucho tiempo.

Joder. 

Estábamos parados justo frente a ella, vestía un hermoso vestido color rojo y zapatos del mismo color, joder. Estaba hermosa y ese precioso cabello color fuego suelto la hacia lucir aun mas hermosa, no pense que verla de nuevo me causaría tanta debilidad. 

—-Matthew hijo, debemos atender a los invitados. 

—Disculpen, debo irme, ya hablaremos —ella miro a Matthew— regreso en un momento ¿me esperas? —ella asintió. 

Matthew se volvio a ir, Anne nos sonrio, parecía genuina la sonrisa, pero su cuerpo se notaba tenso. 

—Supe que les esta yendo bien en el mercado de alimentos —dijo ella—, felicidades, siempre soñaron con ser los mejores. 

—Gracias —dije—, por cierto... 

—No estamos casados con Loise —soltó Antonio. 

¿En serio hermano?

—¿A-A no? Creí que seguían con ella. 

—Es un cuento un poco largo... Anne, quisiéramos hablar contigo y aclarar algunas cosas que pasaron en el pasado, se que no debemos pedirtelo pero.. 

—Está bien —dijo y sonrió—, que sea una cena. 

—¿U-una cena? ¿Hablas en serio? —mi hermano estaba nervioso. 

—Si, con ambos, de esa forma podremos hablar más calmados —ella no dejaba de sonreír. 

—Esta bien.. Aceptamos la cena, de verdad quisiéramos hablar contigo.

—Bien entonces cenaremos mañana a las ocho, podría ir a su casa... La mia no sería adecuada para hablar —sonrió— ¿qué dicen? 

Esto que está pasando es demasiado irreal para ambos, nosotros no habíamos terminado bien en el pasado, habían pasado cosas de las que jamás pudimos hablar. De las que ambos nos arrepentimos con el paso del tiempo, ahora que estaba frente a nosotros, hablaríamos con ella y aclararíamos algunas cosas. 

—¿Estás segura? —preguntó Antonio con cautela— no queremos que tengas problemas con Matthew. 

—Les aseguro que Matthew es una buena persona, ademas de que confía plenamente en mi, se que debemos hablar, hay muchas cosas que aclarar y decirnos, claro si están de acuerdo de que toquemos el tema. 

—No hay problema, siempre y cuando tu te sientas cómoda. 

—Claro que si, hablamos mañana entonces, debo estar con el, fue un gusto volverlos a ver despues de tanto tiempo. 

Se había ido, no dejábamos de mirar la larga cabellera rojiza que se perdía entre la multitud. Yo estaba descolocado, estaba confundido, fascinado. Tenía tantas emociones dentro de mi pecho que no sabia que hacer o que pensar. 

Habían muchas cosas que debemos aclarar con ella. 

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