La tarde pasó más rápido de lo que esperaba, y era lógico pues me había ido a ayudar a la señora Chang al café, pues Philip estaba de vacaciones, y aquello era un caos sin él. Tras prometerle que la ayudaría mientras duraba mi estancia, dejando a la anciana un poco más calmada, me percaté de que casi era la hora en la que debía marcharme.
Agarré las llaves del coche, y salí de la tienda del café, olvidando el paraguas allí, teniendo que correr hacia el auto cuando me hube percatado de ello.
Me puse como una sopa, pues