El cambio de nuestros roles en el hospital se había convertido en algo inevitable. Daniel había sido ascendido a jefe de departamento y yo, me sentía emocionada y a la vez nerviosa por los desafíos que esto implicaría, ahora el sería mi jefe inmediato.
Daniel y yo habíamos crecido juntos tanto en nuestra carrera como en nuestra amistad, y ahora teníamos la oportunidad de trabajar aún más estrechamente. Aunque confiaba en nuestras habilidades y en la forma en que trabajábamos juntos, sabía que el cargo de jefe de departamento traería nuevas responsabilidades y presiones.Una mañana, mientras organizaba mi escritorio, Daniel se acercó a mí con una sonrisa en el rostro y unos documentos en las manos.—¡Buenos días, Angie! Aquí están los nuevos protocolos y directrices a seguir para el departamento. Siento que trabajar juntos en esto será toda una aventura, pero estoy seguro de que lo haremos muy bien.Tomé los documentos y los hojeé, asintiendo con la cabeza.—Tienes razón, Daniel. Será un desafío, pero estoy lista para enfrentarlo. Confío en nuestra capacidad de trabajar en equipo y en nuestra dedicación hacia nuestros pacientes.Daniel asintió, parecía emocionado con las nuevas responsabilidades.—Tengo grandes expectativas para nuestro departamento, Angie. Sé que podemos llevarlo a lo más alto. Además, estoy contento de poder trabajar contigo en este nuevo rol.Sonreí y le di las gracias, aunque dentro de mí sentía una pequeña punzada de preocupación. Sabía que los desafíos serían grandes y que tendríamos que enfrentar muchas situaciones difíciles, pero confiaba en nuestra capacidad para superarlas juntos.A medida que pasaban los días, Daniel y yo nos sumergimos en nuestra nueva responsabilidad. Tomamos decisiones importantes para el departamento, establecimos nuevas políticas y procedimientos, y nos aseguramos de que todos en el equipo estuvieran comprometidos y enfocados en brindar una atención de calidad.A pesar del estrés y las largas horas de trabajo, Daniel y yo encontrábamos momentos para disfrutar de nuestra amistad. Ya fuera tomándonos un breve descanso para tomar un café juntos o compartiendo una comida rápida en el hospital, siempre intentábamos mantenernos conectados y apoyarnos mutuamente.Nuestra relación comenzó a fortalecerse aún más a medida que enfrentábamos desafíos y celebrábamos victorias juntos. La confianza que había crecido entre nosotros a lo largo de los meses se traducía en una comunicación fluida y una comprensión mutua de nuestras necesidades y expectativas.Una tarde, después de un largo día de trabajo, Daniel y yo estábamos sentados en el pequeño jardín del hospital, disfrutando del aire fresco y la tranquilidad del momento.—¿Te das cuenta de cuánto hemos crecido y aprendido juntos, Angie? —dijo Daniel, mirando al cielo estrellado.Asentí, con una sonrisa en el rostro.—Sí, Daniel. Hemos pasado por tantas cosas juntos y hemos superado tantos obstáculos. Me siento agradecida de tener a alguien como tú a mi lado, alguien en quien confío plenamente tanto en el ámbito profesional como en el personal.Daniel se acercó a mí y tomó mi mano, mirándome directamente a los ojos.—Angie, quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti, sin importar las circunstancias. Eres una persona increíble y tengo la suerte de tener a alguien como tú en mi vida.Mi corazón comenzó a acelerarse mientras escuchaba sus palabras y veía la sinceridad en su mirada. Me di cuenta de que, a pesar de todas mis dudas y resistencias, había algo especial entre nosotros, algo más que una simple amistad.—Daniel, yo también siento algo especial por ti. Has sido mi compañero en esta carrera, mi apoyo constante y mi mejor amigo. No puedo negar que hay algo muy parecido al amor en mi corazón.Daniel sonrió y me acercó aún más a él, nuestras manos todavía entrelazadas.—Angie, quiero que sigamos dejando que el amor encuentre su camino en nuestras vidas. No quiero presionarte ni apresurarte, pero siento que lo que tenemos es especial y quiero explorarlo juntos.Mis ojos se llenaron de lágrimas de felicidad mientras asentía.—Estoy dispuesta a darle una oportunidad al amor, Daniel. Quiero ver qué nos depara el destino. Estaba muy emocionada por contarle a Vanessa todo lo nuevo que mi vida estaba enfrentando y como que apesar de que me negaba al amor había tomado la desicion de abrir mi corazón a el.Ya quiero que llegue mañana para contarle a Vanessa que empezaría una relación con Daniel.Cerré los ojos mientras él me tomo por la mejilla y me besó, su beso era lindo, tierno y dulce.Trate de meterle la lengua pero no me siguió él juego.