Capítulo 12.
Frente a ella se encontraba Lita pero la loba estaba llena de heridas, incluso uno de sus ojos sangraba demasiado, como si estuviera a punto de perderlo.
La loba bajó la cabeza hasta el rostro de la humana para tratar de hacerla entender que la acompañara.
—Lita, ¿quieres que te acompañe? — Preguntó Elisa con la garganta cerrada, todas esas heridas debían doler como el infierno, pero la loba se mantenía con postura de alerta.
Lita asintió con la cabeza y después bajó su lomo para que la humana la montara pero ella comenzó a negar.
— No puedo Lita estas muy herida, seguiré por donde me indiques.
En ese momento Lita de manera precisa brincó para encontrarse con un lobo desertor que había intentado envestir a Elisa y morderla por la espalda.
— ¡Ah!— Gritó Elisa sorprendida por el movimiento repentino.
Pero afortunadamente se encontraba perfectamente bien.
— Sólo guíame Lita por favor.
Fue todo lo que alcanzó a decir Elisa antes de comenzar una carrera en la que no solo tenía que intentar