El mundo atravesaba por una crisis moral y de justicia. Ahora, todos vivían en medio de acciones automatizadas, olvidándose de detenerse si quiera a respirar y ver a su alrededor aunque fuese de reojo. Todos se quejaban de todo cuanto se atravesara frente a ellos y, sobre todo, se lamentaban de que las nuevas generaciones se estuviesen perdiendo en un mundo materialista y sin sentido... pero no hacían nada por solucionarlo o siquiera por averiguar a dónde había ido a parar tanto sentimiento que creyeron haber tenido antes en sus vidas.
Tal vez, si hubiesen sido un poco atentos, podrían haberse dado cuenta que aunque vivían día a día con eso llamado "sentimientos", nunca los valoraron ni comprendieron del todo su significado, ni comprendieron el valor puro y verdadero que conllevaban.
Estaban matando lentamente la memoria de los Antiguos que les dieron la vida y les cedieron sus conocimientos.
Ahora ya todo se basaba en el hecho de "tener más para ser alguien.