Esa tarde, la casa de la familia Simon se sentía en silencio. Solo el sonido de las agujas del reloj marcaba el tiempo lentamente en la sala de estar, como si el tiempo transcurriera más lento de lo normal. Jemmy estaba sentada sola en la mesa del comedor, mirando una hoja de resultados de un examen médico que había recibido del hospital esa mañana.
Su mano temblaba ligeramente, sus labios intentaban formar una sonrisa, pero fracasaban.
Las palabras en el papel confirmaban algo que nunca quiso escuchar: una etapa temprana de una enfermedad degenerativa que debilitaría lentamente las funciones de su cuerpo.
No era una sentencia de muerte, pero era suficiente para hacer que sus noches ya no fueran tranquilas.
Jemmy cerró los resultados del examen lentamente y miró por la ventana. El cielo se veía azul y despejado, contrastando con la ola de inquietud en su pecho. "¿Por qué ahora..." susurró suavemente. "Justo cuando todo estaba mejorando".
Se frotó las sienes suavemente, conteniendo las