43. Escándalo
Alrededor de las tres de la madrugada, Dafe acababa de llegar a su apartamento. En ese momento, recibió una llamada de uno de sus empleados que vigilaba a Angie.
“¿Para qué me llamáis de nuevo? ¿No te ordené que vigilaras a esa mujer?” preguntó Dafe con firmeza.
“Esa mujer ha estado gritando histéricamente desde hace rato, señor. Me preocupa que se quede sin aire por llorar tanto”, informó el empleado de Dafe.
“¿No puedes manejar una cosa tan sencilla? Te pago para que hagas tu trabajo. Si necesitas mi ayuda solo para hacer callar a una mujer, ¿para qué te pago?”
Dafe cortó la llamada.
“Una tontería tan pequeña y aún así me tiene que llamar”, masculló Dafe con enojo.
Mientras tanto, en el lugar donde Angie estaba encerrada, los tres hombres le gritaban a Angie, lo que solo hacía que ella llorara con más fuerza.
“¡Libérenme! Los denunciaré a la policía en cuanto salga de aquí. ¡Libérenme ahora mismo! Estoy segura de que mi padre encontrará este lugar pronto y os hará pasar la vida en l