22. Un Secreto
"Solo necesito tiempo..." Laura finalmente habló, su voz apenas audible.
Dafe no respondió. Simplemente asintió, aunque su corazón se sintió destrozado. La esperanza había parpadeado cuando Laura regresó, pero la realidad no era tan simple.
"Puedes quedarte aquí esta noche, si quieres", dijo Dafe suavemente. "Pero no te obligaré. La elección sigue siendo tuya, Laura".
Laura lo miró. No estaba enojado. Dafe claramente estaba sufriendo, pero aún así la trataba con amabilidad. Y eso solo profundizó su culpa.
Decidió quedarse en el apartamento de Dafe. Pero el sueño nunca llegó. Todo lo que pudo hacer fue mirar al techo.
Su teléfono sonó. El nombre de Dalton apareció en la pantalla.
Ella dudó. Pero el teléfono siguió sonando.
Con manos temblorosas, Laura contestó la llamada.
"Cariño, ¿estás bien?", la voz de Dalton era suave, pero llena de preocupación.
"Sí... Todavía estoy aquí", respondió Laura débilmente.
"Voy a buscarte ahora".
"No, Dalton. No vengas. No he terminado de hablar con Daf