- ¡Todo lo que quieras! Sé que me he excedido otra vez, pero quería demostrarme a mí mismo que eres mía. Que te sientes bien conmigo y me he dejado llevar. Cuando gimes tan dulcemente, me vuelvo loco, ya te lo dije, pero tú eres mi delicada flor y lamento mucho que te haya dejado esas marcas, ¡así que te entrego a mi disposición! ¡Haré todo lo que quieras!

—Mmm... ¿Todo, todo, todo? —volví a sonreír.

—¡Por supuesto! ¡Todo lo que mi flor favorita desee!

—¡Yegor!

—¿Qué? ¿No te gusta oír que te amo?

—No, es solo que sé lo que quieres oír como respuesta y me siento incómoda porque ahora no estoy preparada para responderte...

—Esperaré todo el tiempo que sea necesario —sonrió Egor y me besó suavemente en los labios.

Me abalanc