Ella va al baño dejándonos a solas.
-Deivis hay algo que te quiero decir.
-Dime, soy oídos tuyos.
-Mi hermana, es autista-Él sonríe como si nada le pareciera extraño.
-Lo sé-respondió rápidamente.
-¿Cómo lo sabes?–Me impresiona este hombre.
-Amor, note sus rasgos, es muy común encontrarse con una persona autista y créeme son seres maravillosos.
-Si, son super tiernos–Dije mientras miraba en dirección al baño donde se encontraba Carolina.
-Coral, te quiero preguntar algo–Dijo Deivis en un tono misterioso.
-Dime, te escucho.
-¿Vives en el portal?-Su mano apretó un poquito la mía, tanto así que dolió. Su mirada estaba un poco molesta y su mandíbula apretada.
-No, ¿De donde sacas esas cosas?-Mentí y así fue como liberó su agarre.
-Solo pense que vivías en ese lugar-No sé porque le interesa saber dónde vivo, y además de eso, cambia mucho su personalidad.
-¿Tienes algo con esa calle?–Cuestiono y él de inmediato negó.
-No, no es eso, es solo que…
En cuanto iba a hablar, mi hermana llega a la