—Hermanita, ¿tienes unos auriculares ahora? Si tienes, ¿puedes ponerlos?
Javier no estaba tan alegre como antes y se puso un poco serio.
Lo dijo en voz muy baja y luego Javier elogió la vastedad del mar, así que Juliana se preguntó si se había alucinado.
Pero ella no dudó.
Fermín le proporcionó unos