Antes, Juliana y Emiliano ya habían intercambiado palabras similares, así que él ya tenía la respuesta en su mente.
Él le dijo con calma: —Soy su hermano, ¿no puedo intervenir en sus asuntos?
Sus palabras dejaron a Sergio atónito, tan sorprendido que no sabía qué decir.
¿Hermana?
¿Realmente pensaba