El coche se detuvo en la entrada de la Mansión Arroyo, y Luis esperaba la respuesta de Emiliano. Después de un rato, escuchó la voz baja del hombre.
Emiliano asintió y respondió: —Deja el acuerdo de divorcio por ahora. Cuando ella despierte, iremos juntos a resolverlo.
Luis asintió y dijo: —Entendid