—Soy yo quien recibió el golpe, y ni siquiera he dicho nada. ¿Por qué empiezas a llorar primero?
Emiliano se pasó la mano por la comisura de los labios y soltó una risa.
—Juliana, ¿eres tramposa, no?
—¡Suéltame!—Juliana forcejeaba, con la voz entrecortada.
El bofetón fue resultado de un momento de p